viernes, 14 de diciembre de 2012

Tú puedes tener una exitosa compañía de ballet de medio pelo



Si planeas ir de gira por Mérida, te convendría aprender de las lecciones que han dejado las presentaciones a teatro lleno de otras compañías de ballet y, lo mejor de todo, sin necesidad de ser buenas:

1) Enfatiza tu origen ruso, engancharás a un público que, acostumbrado a disponer sólo de funciones de academias locales, está ávido de ver a profesionales de países donde el ballet es una tradición de siglos. No importa que incluso no existas como agrupación en tu país, ahí tienes al llamado Ballet Nacional de Rusia que en 2007 presentó “El lago de los cisnes” en el Teatro Peón Contreras (la primera de sus dos funciones sin escenografía porque no llegó a tiempo, lo que no fue obstáculo para cobrar $800 el asiento en luneta) y al Ballet Clásico de Moscú, que el lunes 10 de este mes llevó “El Cascanueces” al Teatro Armando Manzanero. No te preocupes, no les importará que tu agrupación sea en realidad un ensamble de integrantes del cuerpo de baile, corifeos y acaso algún solista en receso de otras compañías a los que reúnes únicamente para salir de gira.

2)  Ya que tu elenco está formado por personas que de común no trabajan juntas, reduce los retos técnicos a la coreografía, así no los pondrás en aprietos en los pas de deux y en las danzas de conjunto. Despreocúpate de presentar una versión virtuosa, si ocasionalmente se lucen las extensiones  y el trabajo en el aire de los principales (al fin y al cabo son hijos de la escuela rusa de ballet) será suficiente para que reciban nutridos aplausos.

3)  No inviertas en la impresión de programas de mano. Para sacar el mayor provecho económico debes ser de los que creen que el público no está interesado en conocer el nombre de tus artistas y que a tu elenco le importa poco que le des su crédito.

4) Ahorra en escenografía. Toma el ejemplo de “El Cascanueces”, los telones de fondo sólo cambiaron dos veces y el que se colocó en medio, que recrea una cortina, se mantuvo durante los dos actos; las sillas evidenciaban su manufactura modesta, eso sin contar que su diseño no correspondía a la época en que se situaba la acción. Es el mismo consejo para el vestuario: puede carecer de originalidad y estar confeccionado de manera tan económica que incluso alguien sentado en la penúltima fila lo podrá notar.

5) Recicla a tus bailarines, no necesitas contratar a muchos. Haz como el Ballet Clásico de Moscú: en la escena de la fiesta hubo sólo cinco parejas de “niños” y en el Reino de los Dulces Clara y el Cascanueces son también el Hada de Azúcar  y su Caballero.

6)   Y, por último, no te culpes de ofrecer este tipo de espectáculos, porque año con año llegan ensambles como el tuyo y el teatro se sigue llenando a reventar.



"El Cascanueces" con el Ballet Clásico de Moscú
(la foto fue tomada de la web de Diario de Yucatán).


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