sábado, 5 de marzo de 2016

"El Corsario" a la yucateca




“El Corsario” del Ballet de la Ciudad de Mérida no pasaría por la producción de una gran compañía, ni siquiera por la de una agrupación profesional, pero hay algo en él que hace que el ánimo se mantenga interesado e, incluso, por momentos entusiasmado.

Ese algo es la confianza con que se desempeñaron sus bailarines, que transmitieron más seguridad y comodidad con sus personajes que en anteriores presentaciones de la agrupación, y, sobre todo,  la intervención de Aniuska Camacho Torres como Gulnara y Moisés Martín como Lankedem. Aniuska evidencia sus raíces en la Escuela Cubana de Ballet con sus veloces jetés, sus equilibradas pirouettes y la fineza de sus movimientos y líneas. Y Moisés destaca por el control de sus saltos y giros, especialmente sus coupé jetés en tournant.

Los papeles principales, de Conrad y Medora, los asumieron Yojan Herrera y Érika Argüelles, también directora del Ballet de la Ciudad Mérida, quien en entrevistas previas destacó el hecho de que se presentaría la obra completa (versión propia a partir de la del American Ballet Theatre) y no una suite, como es lo más acostumbrado en Mérida. Y sí, se respetó la estructura de los tres actos, aunque no la narrativa, pues, por ejemplo, se eliminó el personaje de Alí, algo bastante extraño considerando que el pas de deux más famoso de “El Corsario” es ejecutado por el esclavo y Medora. En la versión de la agrupación yucateca, en este dueto Alí es reemplazado por Conrad, un Yojan que entusiasma con sus saltos y cassioles.

Vestuario y escenografía aún son áreas de oportunidad en las producciones de la agrupación.

La función de este sábado 5 a las 8 p.m. fue la única programada. Los boletos se vendieron en 100 y 80 pesos.