miércoles, 24 de abril de 2013

Y que nos muerde el chiuó...




Chayak, Marpi Jiménez, Balita Balam, Cuxum,
Cocotazo y Pitusa, en "El sorprendente Hombre Chiuó"

¿Cuál es la definición de teatro regional? ¿Actuar vestido de mestizo es suficiente para hacer regional a una obra? ¿Lo es  hablar con acento aporreado, insultar en maya, mencionar en los diálogos a políticos de la localidad?

Cuando Héctor Herrera falleció en 2010 parecía que con él moría también nuestro teatro regional o al menos la definición del género con la que se formaron varias generaciones de yucatecos, muchos de ellos privilegiados por haber conocido la época de oro de las tandas.

Es justo pensar que con Cholo terminó toda una época del teatro yucateco, pues ¿qué otro actor cómico del Estado puede decir que ha llevado su fama más allá de la Península, que tiene el reconocimiento de la comunidad artística nacional y que ha incursionado en el cine?

Pero también es justo dar a las nuevas generaciones la oportunidad de explorar su propia definición del género y que el público se encargue de decirles si están o no en lo correcto.  Hace unos días se cumplieron 100 funciones de “El sorprendente Hombre Chiuó” , que Cuxum y compañía  presentan en el teatro “Yucatán”. Sus actores no siempre y no todos visten de mestizo, sus acentos están claramente aporreados pero no se escuchan fingidos y, aunque hay bromas de doble sentido, los comentarios de índole sexual son los menos (y no los más graciosos). Aun así, es en todo derecho una obra de teatro regional porque es un retrato –caricaturizado- de lo que somos nosotros, un espejo humorístico de los absurdos, prejuicios, obsesiones y también bondades de nuestra comunidad.

Porque, aunque recurre a la exageración para hacer reír, la justificación que el fotógrafo Cuxum Parker le da a la Tía May (Bartola) cuando ésta le reclama que no ha respondido sus mensajes al celular no está muy lejos de la realidad: “No tengo crédito, no tengo señal, no tengo carga, no tengo nada…”. O cuando Mary Chein (María Chan antes de cambiarse el nombre por vergüenza de su origen maya, interpretada por Balita Balam) y su novio Justin (Justino, vendedor de kibis que se autodenomina empresario gastronómico; Joel Herrera) presumen su compromiso matrimonial ante vendedores del mercado suenan como esos aspiracionistas del día a día que se esfuerzan por ser considerados del jet set (Mary Chein dice que vive en Altabrisa; “sí, debajo del puente”, la confronta alguien).

Chayak se pelea con Justin ante la mirada del Alux Verde,
Pitusa, Brittany Yahaira y Mary Chein-Balita Balam

Algunos diálogos involucran a temas y políticos de la localidad. Cuando Cuxum Parker, ya convertido en Hombre Chiuó, se pregunta qué puede hacer para que la gente lo quiera él mismo se responde: rellenar los baches, recoger la basura y cambiar las lámparas chinas… En otro momento hay un enfrentamiento entre los vendedores, que amenazan a sus contrincantes con hacer valer su amistad con Renán Barrera y Mauricio Sahuí.

Entre las escenas se intercalan momentos musicales en que los actores interpretan canciones a las que les varían las letras: Cuxum canta una adaptación de “Quinceañera” cuando siente que su personalidad está cambiando por la de un chiuó; Cocotazo (Óscar Chan) dice que no hay para comprar tortillas ni huevo con la música de la “Balada boa”, y Brittany Yahaira se mete en la piel de Shakira para revelar que “no soy de Vergel, vivo en San Antonio Xluch y como en Xcalachén”.

El Alux Verde canta al ritmo de "Balada boa"

Brittany Yahaira es el alter ego de Marpi Jiménez, joven actriz egresada de la Escuela Superior de Artes de Yucatán y por sí sola una buena razón para ver la obra. En una escena encarna a una temible, e hilarante, secretaria del Seguro Social que hace sufrir a Justin con su comportamiento de burócrata insensible a la desesperación de los pacientes.

Justin y Brittany Yahaira (Marpi Jiménez)

Al concluir la obra hay un guiño al teatro regional con que nos educó Cholo: una amenidad de jaranas y bombas.

Rafael Morcillo López, director de la Filey, después de
develizar la placa de las 100 representaciones

“El sorprendente Hombre Chiuó” se presenta los miércoles a las 9 p.m. en el teatro “Yucatán”, una casa adaptada como foro que limita un tanto el desplazamiento por la sala. El boleto cuesta $100.

lunes, 15 de abril de 2013

De Warhol a Ramírez


Serie sobre la sopa Campbell's, Andy Warhol.


El gobierno municipal de Mérida ya informó que el próximo domingo 21 será el último día en que se expongan públicamente las muestras que ocupan las tres salas de exhibición temporal del Centro Cultural Olimpo.

La que más expectación despertó en su inauguración, “De Mao a Marilyn”, ciertamente es una muestra muy pequeña del arte pop de Andy Warhol, aunque ahí están las impresiones de tres de sus obras icónicas: la serie de retratos de Marilyn Monroe y Mao, y las latas de sopa Campbell’s. Pero en lo menos conocido y esperado es en lo que el visitante podría encontrar más interés y asombro.


Serie sobre Mao, Andy Warhol.
La muestra en la sala 1 la abren cuatro impresiones de flores acomodadas en forma de rombo, un paisaje natural compuesto de colores estridentes y texturas irreales, aunque armonioso y placentero de observar. 
"Flores", Andy Warhol.
En una vitrina junto a los cinco rostros intervenidos de Marilyn se exhiben documentos que dan cuenta de la popularidad de Warhol y también el rechazo inicial a su obra: hay una carta enviada al artista en 1956 por el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York en la que en términos amables se le informa que no fue aceptado el obsequio de su obra “Shoe”, una nota de agradecimiento de Elizabeth Taylor por el retrato que hizo de la actriz y una en que Mick Jagger le informa que le enviaba material para trabajar en el diseño de la portada del disco “Sticky Fingers” de los Rolling Stones y le advertía de la presión del tiempo.




La sala 2 será hasta el próximo domingo un reducto de las “Impresiones fantásticas” de Raúl Anguiano y Leonora Carrington, ésta una artista capaz de perturbar con sus elongadas figuras misteriosas, sostenidas en el vacío de cuadros carentes de escenarios. “Lea regresa poseída”, una litografía de 1974, confronta al espectador con una imagen femenina espectral, en actitud de asustar a una pareja presente también el cuadro y más pequeña que la Lea del título.


"Lea regresa poseída", Leonora Carrington

La obra de Raúl Anguiano en exposición se nutre de mitología, pasajes bíblicos, sucesos históricos (el Holocausto) y personajes literarios. Don Quijote es revisitado por el maestro mexicano para presentárnoslo en actitudes alejadas de las ideas románticas con las que se suele visualizarlo: en “Don Quijote caído”, aguafuerte de 1973, el caballero andante está semidesnudo junto a su lanza rota y con expresión de vencido, una imagen que extrae la humanidad del personaje de ficción.


"Don Quijote caído", Raúl Anguiano.
La sala 3 está dedicada íntegramente a “Color en país de sol” de Gabriel Ramírez. Al maestro yucateco es difícil abarcarlo con palabras; los títulos de sus cuadros nombran situaciones y objetos tangibles, medibles, pero asociarlos con sus abstracciones rebosantes en verdes, amarillos y azules implica un ejercicio de liberación mental, de gobierno de las emociones. Llama la atención el acrílico sobre tela “Nunca en silencio” de 2009, cuyos rojos y blancos contrastan con la paleta dominante en los demás trabajos.


A la derecha, "Nunca en silencio", Gabriel Ramírez.
La entrada a las tres salas es gratuita.

lunes, 8 de abril de 2013

Voces de Canadá


Cuando se anunció la visita a Yucatán del Chor Música me emocionó la oportunidad de escuchar a un coro exclusivamente de voces masculinas, pues los tonos graves en la música me resultan especialmente atractivos.

Sin embargo, el concierto que el coro de Powell River, en la Columbia Británica canadiense, ofreció el 21 de marzo en el Teatro Daniel Ayala Pérez quedó un tanto por debajo de mis expectativas, pues no predominaron las voces “gruesas” entre los integrantes, adultos mayores, y en el repertorio abundaron las canciones religiosas, de ritmo pausado, introspectivo, para disfrutar cuando se tiene un ánimo que no llevaba en ese momento.

Algunas piezas fueron interpretadas a capella, otras con acompañamiento de un teclado electrónico.

Los momentos de más interés fueron aquéllos en que se escucharon temas populares (chinos, irlandeses, ingleses), sobre todo el “Cielito lindo” de la segunda parte. En esta canción el estribillo fue entonado por todo el coro y los demás versos, por solistas, que un poco por su acento y otro tanto por su bufonería se ganaron las risas y los aplausos más fuertes del público.

Antes de cantar la última pieza, el director Don James ofreció unas palabras al auditorio que fueron traducidas al español y con las que explicó el sentido de “Hunker Down”, que Tobin Stokes, originario de Powell River y ahora compositor de música para teatro, ópera, cine y televisión, escribió para el coro visitante. El título significa algo así como “Agárrate” y alude a la manera en que los habitantes de esa comunidad canadiense, a la que sólo se puede llegar por aire o por agua, hacen frente a las tormentas, cuando las comunicaciones con el exterior se cancelan. Una visión humorística y desenfadada de la contingencia con la que los pobladores de Powell River ya aprendieron a vivir.

La entrada al concierto fue gratuita.

La interpretación de "Cielito lindo" por Chor Música.

Las palabras del director Don James.