viernes, 11 de enero de 2013

Ritos de Yucatán



Puede ser difícil hablar del trabajo de una persona polémica. Llega a ocurrir que al hacerlo se confunde la apreciación de su obra con la opinión sobre, digamos, sus conocidas diferencias con otros integrantes de la comunidad artística.

Por eso he pensado mucho qué y cómo opinar de “Riturgia yucateca”, que Víctor Salas estrenó el domingo 6 en el Peón Contreras. Y lo que opino es que es un espectáculo recreativo que, sin ser (y tampoco me parece que lo pretendiera) una forma elevada de arte, es agradable de ver.

Las tres partes en que se divide “Riturgia yucateca”  están dedicadas a un aspecto de Yucatán: “Equinoccio”, con un telón de fondo que evoca a Chichén Itzá; “En la milpa” y “Celebrando el día de San Isidro Labrador”. Siguen la línea trazada por Víctor en sus más recientes espectáculos, la de amalgamar géneros de baile y disciplinas artísticas: hay ballet (con alumnos de las academias “Milne” y “Universo dancístico”) y danza folclórica (los grupos juvenil y titular del Ayuntamiento de Mérida), a veces entrelazadas, y música y canto interpretados por una orquesta jaranera. El programa de mano anunciaba la actuación del Coro de la Ciudad de Mérida, pero al menos el domingo 6 no se presentó esta agrupación.

La coreografía es sencilla, apta para bailarines que en todo momento dejan en claro que no son profesionales, aunque hay chicas que destacan por su figura y flexibilidad. La primera parte remite a la época prehispánica con saltos cortos y líneas geométricas; la segunda alterna baile folclórico y clásico, con uniques y mestizas en zapatillas de ballet, un guiño al sentimiento de pertenencia a  Yucatán precisamente en días en que se festeja el cumpleaños de Mérida, y la tercera es completamente folclórica.

“Riturgia yucateca” me deja una sensación similar a la de otros trabajos propios de Víctor Salas (aquí no incluyo sus adaptaciones de ballets de otros autores): que si algo tiene a su favor es sentido del espectáculo por su timing (lo que se nota, por ejemplo, en el número de repeticiones de un movimiento y los cambios de ritmo para mantener al espectador entretenido) y sus golpes de efecto: el programa comienza con la entrada de los bailarines por los accesos laterales del teatro y la tercera, con los muchachos caminando y cantando en procesión entre el público y con la imagen de San Isidro desde la puerta principal del Peón Contreras.

"Riturgia yucateca" tuvo tres funciones en el marco del Mérida Fest.

"Riturgia yucateca" (foto tomada
de la web de Diario de Yucatán).

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