Entre la constante de líneas rectas un círculo se encuentra
con la mirada. Hay que invertir segundos en observarlo, en comprender su
relación con las geometrías cercanas. Se concluye entonces: es la glorieta del
Monumento a la Patria.
Oficio de juglar
lunes, 30 de diciembre de 2019
jueves, 21 de febrero de 2019
“Roma” es lo mejor que le puede pasar a México en este momento
Escena de “Roma”, de Alfonso Cuarón. Fotografía de Participant Media y Esperanto Filmoj |
No recuerdo qué edad tenía cuando comencé a sentir desencanto por los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos, pero sí que lo primero que me hizo dudar de ellos como medida de calidad de un trabajo fílmico era el hábito de reconocer como mejores del año a producciones que perdían o que ni siquiera figuraban en las categorías de actor/actriz principal, guión, fotografía y —a mi juicio, lo más absurdo— dirección. ¿Pues entonces qué hace a una producción la mejor?
viernes, 15 de febrero de 2019
Una mirada a la naturaleza humana... en francés
Una escena de "La colección". Fotografía de 2425 Films |
Un marchante de arte que pretende adquirir la fabulosa colección de un hombre judío y ciego durante la Segunda Guerra Mundial. Tres amigos que, en la fiesta de fin de curso de la preparatoria, suben a una lancha inflable durante la noche y a la mañana siguiente se despiertan a mitad del océano. Un juego de niños que sale mal. Una pareja que se encuentra en guerra con marmotas. Un mundo submarino donde nuestra basura cobra vida.
viernes, 3 de agosto de 2018
El Festival del Calor, cine y teatro que queman
Noche de
jueves. El Festival del Calor del colectivo Fábula Rasa se hace honor a sí
mismo: la humedad aprieta y la temperatura agobia. Ya pasan de las 9 y aún no
se autoriza al público a avanzar en fila para entrar.
Uno de los cuatro diseños de programa |
Antes de que
esto finalmente ocurra pienso en los papeles que tengo en la mano. ¿Cuándo fue
la última vez que en un espectáculo me dieron a elegir entre varios diseños
posibles de programa? ¿Cuándo, la última en que el boleto me hacía pensar en la
figura de las antiguas entradas al cine?
Ya ingresamos
al Olimpo, pero todavía no franqueamos la puerta de la videosala. Nos piden
detenernos junto a la alfombra roja, donde Zaab’di Hernández, en el papel de
conductor de la velada, y Addy Téyer, en el de Paloma León, su impulsora,
reciben e informan al público de los objetivos del festival de cortometrajes y de
menudencias que van revelando la personalidad de una actriz que resuena en
clave de diva (“La alfombra roja no es para cualquiera”, sentencia).
Ahora sí,
sentados y confortados por el clima artificial, el primer cortometraje comienza
su proyección. “La piel del otro” (guión original de
Conchi León) captura instantes de la vida cotidiana del yucateco que son
impactados por el calor. ¿Cuándo fue la última vez que escuché en un escenario,
en el cine, hablar con el acento de mi región sin que hubiera un afán de
exageración o parodia?
Addy Téyer y Zaab'di Hernández. Fotografía de la Dirección de Cultura del Ayuntamiento |
Desde
pequeña, dice Paloma/Addy, la protagonista, “aprendí que el calor lo descompone
todo”: la cara, al enfrentarse al sudor de otros; la comida, el descanso… Pero
hay un calor que le merece elogio: abrazada al enamorado, es aquél que “puede
incendiar el cuerpo sin quemarlo”.
Una
discrepancia entre Paloma y el ficticio autor del corto trae a escena a Luis “El
Chino” Aznar (Alfonso García Medina) –una alusión al director artístico y
realizador de todos los cortos del festival, Luis Ramírez Aznar–, quien a su
vez termina enfrentado al creador del siguiente trabajo, Howard Puc (Érick
Silva, también a cargo de la dirección de actores), un “artista conceptual” que
adolece de todos los lugares comunes de su estirpe. Su corto “Frigorífico” (el
autor verdadero es Saúl Enríquez) está más cerca del vídeo musical, con una
única imagen que se repite –la de un refrigerador– sobre un fondo que cambia de
color con los impulsos de la música electrónica.
“Tarjeta
postal”, de Miguel Arrivilla (en realidad Edgar Chías), es el dulciamargo
retrato de un aspirante a actor que rehúye de un destino como mesero.
Imagen del corto “Tarjeta postal”. La fotografía es de Fábula Rasa |
“El cenote y
la luna” lo presenta Agustín Canul (Juan José Chacón; el guión es de Goyo
Carrillo) con una disculpa por las fallas técnicas, que se entienden por ser un
trabajo en VHS de sus inicios, y la confesión de la misteriosa desaparición de
un amigo de la infancia después del estreno. Al final del espectáculo decidiré
que éste es el corto que más me ha gustado, porque me ha hecho sentir en un episodio
de “Dimensión desconocida”.
Howard Puc (Érick Silva). Foto de la Dirección de Cultura del Ayuntamiento |
Socorro
Loeza presta su piel a Felipa Ek, el personaje de la realizadora de “La ficción
de Balam” (de David Gaitán). En vídeo envía un mensaje en maya sin subtitular, una manera de calzar al público con los zapatos de las comunidades indígenas, a
las que se obliga a comprender el idioma mayoritario y no se les consiente ser
entendidas en el suyo.
El corto es
la historia de Balam, habitante de un municipio yucateco al que la oportunidad
de trabajar en una película perturba la existencia. ¿Cuándo fue la última vez
que los paisajes de mi Estado aparecieron en pantalla sin pasar antes por el
filtro endulzado de la publicidad para el turismo?
El rodaje de “La ficción de Balam”. Foto de Fábula Rasa |
A “Tenemos
prisa” de María Canto Lazcano (Karla Franco; guión de Mario Cantú) le sirve de
preámbulo una fallida entrevista en vídeo sin editar con “la Reygadas yucateca”,
que con evidente exasperación afronta las preguntas de Zaab’di Hernández. “Reygadas
es aburrido… y misógino”, responde cuando le piden opinar sobre las
comparaciones con el cineasta mexicano.
Su historia,
la de una chica a la que un desconocido le insiste por teléfono que “tenemos
prisa”, es de las que bien podrían ocurrir en cualquier ciudad y con cualquier
persona, pero, como los demás trabajos que se exhiben en el festival, sus actores
y escenarios son identificables con Yucatán.
Marysol Ochoa y Míriam Chi. Foto: Dirección de Cultura del Ayuntamiento |
La última
proyección es la de “Combustión”, único documental de la cita, que requiere una
lectura en vivo en voz de la mamá de Paloma León (Míriam Chi) y el performance
de su autora Daniela Bolio (Marysol Ochoa; el guión es de Luis Alcocer), que
pretende recrear el final de su tía y cineasta amateur Socorro Bolio, quien
falleció consumida por las llamas de cintas inflamables.
El festival
hace reír, y mucho, al público, para el que todavía hay una escena final
deliciosamente ridícula.
Las luces se
encienden y los espectadores comienzan a retirarse. Salgo a la calle y pienso
en la ironía: la noche del Festival del Calor se ha puesto fresca.
La primera
temporada del Festival del Calor, programa de cortometrajes enmarcado en una
obra de teatro, tuvo funciones el 19, 20 y 21 y el 26, 27 y 28 de julio en la
videosala del Centro Cultural Olimpo. En un siguiente ciclo se añadirán trabajos
de cuatro dramaturgos más: José Ramón Enríquez, Noé Morales, Pilo Galindo y
Richard Viqueira.
En su desarrollo también intervienen María José Pool, como asistente de producción, y Paz Gallegos, en la logística.
La propuesta
se concretó con apoyo del Fondo Municipal para la Cultura y el Desarrollo
Mérida 2017.
lunes, 25 de junio de 2018
En la red de un anarquista
Eduardo Rodríguez como Plotino Constantino, en "El anarquista o
los martes de Mallarmé". Foto cortesía del Ayuntamiento |
Hace unas semanas, un desayuno familiar devino en discusión política. Ante el panorama de la vida en el país, mi hermana decía que la única herramienta eficaz para cambiar un sistema de gobierno corrupto que causa pobreza e inseguridad es la revolución armada.
domingo, 24 de abril de 2016
Reconocen la trayectoria de Aniuska Torres
La maestra Aniuska Torres con Roger Metri Duarte, Cristóbal Ocaña (semioculto) y Juan Hernández Islas, de "El Universal" |
Umbral, la agrupación de danza que dirige Cristóbal Ocaña,
celebró anoche con anticipo el Día Mundial de la Danza con la entrega de un
reconocimiento por trayectoria a la maestra Aniuska Torres Santana, el nombre
más reciente en una lista que comenzó hace 20 años.
La distinción se otorgó durante una velada en el Teatro
Daniel Ayala Pérez en la que después de los discursos –de Roger Metri Duarte,
secretario de la Cultura y las Artes; Cristóbal, Mario Jorge García Cecilia, cónsul
de Cuba, y la propia Aniuska– los alumnos de ProArte, la academia de la maestra
Torres Santana, presentaron coreografías.
El extenso programa (la actividad comenzó 8:05 y terminó
minutos después de las 10) fue un muestrario de los géneros que se enseñan en
la escuela de danza, pues hubo lugar tanto para “La muerte del cisne” y
variaciones de “Giselle” y “La Cenicienta” como para un número de belly dance y
uno del musical “Chicago”. Unos más mezclaron estilos, como el que con la
música de “Amalia Batista” bailó una de las alumnas más pequeñas con entusiasmo
contagioso y la versión de “La Bikina” que, con estilizados trajes folclóricos,
presentó un grupo en el que actuó el único alumno varón en la velada.
El número de "La Bikina" |
Los momentos mejor logrados fueron aquéllos a cargo de Aniuska
Camacho Torres, hija de la maestra y quien con ellos confirmó su condición de joven
talento de la danza en Mérida. Antes del intermedio presentó una coreografía
moderna de aires melancólinos (de título y autor desconocidos, a falta de
programa de mano y de anuncio de los números), en la que la expresión de su
rostro contribuyó a poner el ambiente emocional, y tuvo una participación en “Chicago”.
El cierre fue el grand pas de deux de “Don Quijote”, que Aniuska interpretó con
Mayvel Miranda como invitado en el papel de Basilio.
Aniuska Camacho y Mayvel Miranda en el pas de deux del tercer acto de "Don Quijote" |
La maestra Torres Santana subió a agradecer con sus alumnos al final de la función, en la que los únicos aspectos realmente lamentables fueron los errores en los textos que se proyectaron al principio de la velada en dos vídeos y que fueron desde nombres de ballets mal escritos hasta penosas faltas de ortografía, como aquélla que antepuso una H a "ustedes”.
sábado, 5 de marzo de 2016
"El Corsario" a la yucateca
“El Corsario” del Ballet de la Ciudad de Mérida no pasaría
por la producción de una gran compañía, ni siquiera por la de una agrupación
profesional, pero hay algo en él que hace que el ánimo se mantenga interesado e,
incluso, por momentos entusiasmado.
Ese algo es la confianza con que se desempeñaron sus
bailarines, que transmitieron más seguridad y comodidad con sus personajes que
en anteriores presentaciones de la agrupación, y, sobre todo, la intervención de Aniuska Camacho Torres como
Gulnara y Moisés Martín como Lankedem. Aniuska evidencia sus raíces en la
Escuela Cubana de Ballet con sus veloces jetés, sus equilibradas pirouettes y la
fineza de sus movimientos y líneas. Y Moisés destaca por el control de sus saltos
y giros, especialmente sus coupé jetés en tournant.
Los papeles principales, de Conrad y Medora, los asumieron
Yojan Herrera y Érika Argüelles, también directora del Ballet de la Ciudad
Mérida, quien en entrevistas previas destacó el hecho de que se presentaría la
obra completa (versión propia a partir de la del American Ballet Theatre) y no
una suite, como es lo más acostumbrado en Mérida. Y sí, se respetó la
estructura de los tres actos, aunque no la narrativa, pues, por ejemplo, se
eliminó el personaje de Alí, algo bastante extraño considerando que el pas de
deux más famoso de “El Corsario” es ejecutado por el esclavo y Medora. En la
versión de la agrupación yucateca, en este dueto Alí es reemplazado por Conrad,
un Yojan que entusiasma con sus saltos y cassioles.
Vestuario y escenografía aún son áreas de oportunidad en las producciones de la agrupación.
La función de este sábado 5 a las 8 p.m. fue la única
programada. Los boletos se vendieron en 100 y 80 pesos.
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