Parecía que, si no todos, sí muchos estados de ánimo se
habían dado cita en la presentación oficial de la Orquesta de Cámara de Mérida
en el Centro Cultural Olimpo.
Era ese jueves 9 de mayo el inicio formal de una nueva
etapa de la agrupación bajo la dirección del violista Russell Montañez Coronado,
quien ya la había conducido hacía cerca de una década. Russell es también
integrante de la sección de violas de la Sinfónica de Yucatán, así que debe ser
por su cercanía con la orquesta mayor del Estado que entre los músicos de la
camerata hubiera considerable número de instrumentistas de la OSY, comenzando
por su concertino, Salvador Velázquez Ávila, y terminando con los alientos invitados
que acompañaron a las cuerdas en la última obra, la Sinfonía número 25 en Sol
menor KV 183 de Mozart, entre los que estuvieron los cornistas Juan José Pastor
y Samuel Rafinesque y el oboísta Alexander Ovcharov.
Además, la solista invitada de la noche para tocar en el
Concierto para piccolo, cuerdas y continuo en Do Mayor de Vivaldi fue Zendra
White, también integrante de la Sinfónica yucateca. Este concierto convirtió al
auditorio del Olimpo en un primaveral campo de juegos envuelto en trinos que en
el segundo de los tres movimientos, cuando parecían muy cercanos al sonido de la
voz humana, produjeron una sensación de felicidad templada.
Fue un efecto diferente al producido por la primera obra del programa, el Adagio en Sol menor
para cuerdas y órgano sobre un bajo cifrado de Albinoni, de Remo Giazotto,
marcado por la melancolía y un tono a veces sombrío.
El ánimo desbordado marcó el final de la noche con la
sinfonía de Mozart, de inicio enérgico, intenso, cualidades que también
distinguieron al cuarto movimiento y que tuvieron descanso en el segundo, de andar pausado
sin llegar a lo nostálgico, y el tercero, que sin embargo fue más vivaz.
Al final del concierto, que estaba anunciado para las 9 pero
que en realidad comenzó 8:30 con una charla del director sobre el programa, los
músicos reclamaron la presencia de Russell en el escenario, del que se había
despedido, golpeando sus pies en el suelo. En respuesta, el director les levantó
los pulgares.
Como otras funciones de la Orquesta de Cámara, el auditorio estuvo a medio llenar y, también como en otras funciones, no faltó el que decidiera retirarse antes de que la presentación terminara.
El auditorio "Silvio Zavala Vallado" del Olimpo en la presentación de la Orquesta de Cámara de Mérida. |
Zendra White en su actuación solista. |
La Orquesta de Cámara de Mérida interpreta la Sinfonía número 25 en Sol menor KV 183 de Mozart. |
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