lunes, 11 de marzo de 2013

Una opinión de la Filey 2013


Cuando en 2012 se creó la Feria Internacional de la Lectura Yucatán agradecí la distancia que este evento tomaba de las existentes muestras municipales de libros, ya predecibles y poco atractivas por la repetida presencia de librerías locales, la escasa oferta de literatura contemporánea de autores mexicanos y extranjeros  y la preferencia de algunos expositores de atraer compradores con artículos recreativos  en lugar de libros.

La Filey está aún lejos de tener el prestigio de la feria de Guadalajara, pero al menos está dando los pasos para ampliar el concepto de “feria del libro” que conocemos los yucatecos.

En una rápida visita a la Filey 2013 en su jornada inaugural, el sábado 9, éstas fueron algunas ideas que me vinieron a la mente:

* Este año hay más expositores, aunque quienes busquen las novedades de autores contemporáneos de proyección nacional e internacional terminarán encontrándolas principalmente en los módulos de Santillana, Tusquets, Planeta y Random House Mondadori.

Aunque en la publicidad de la Filey se destaca la posibilidad de encontrar libros “a precios de promoción”, la realidad es que los títulos anteriores se venden a precios similares a los que durante todo el año se encuentran en las librerías locales. Así que no es la “accesibilidad” de estos libros el verdadero atractivo de la feria, sino la variedad de autores y títulos de un mismo escritor. En Random House Mondadori encontré unos ocho títulos, la mayoría poco frecuentes de hallar en Mérida, de uno de mis escritores favoritos. El precio promedio de cada uno supera los 200 pesos. No dudo que sea una cantidad justa por la obra de alguien con una prosa vibrante, pero mi bolsillo me impide llevármelos de a montón. Cuando llegué a la caja le pregunté a la empleada por la venta nocturna en que se rematan libros. Me dijo muy educadamente que esa noche habría más títulos en la sección de promociones, pero en general los precios en el módulo se mantendrían como estaban. Traducción: ni lo sueñes.

Sin embargo, en la Filey sí se pueden encontrar buenos libros a precios casi de regalo: obras de reconocidos autores de otras épocas, incluso algunas de venta no común en la ciudad. El Fondo de Cultura Económica tiene en su colección Fondo 2000 títulos que podrían sorprender. Aquí encontré las “Cartas de un cazador” de Horacio Quiroga, de quien pensé que en Mérida nunca se llegarían a vender otros libros más que “Cuentos de amor de locura y de muerte” y “Cuentos de la selva”,  y “Prosodia y variaciones sintácticas” de Juan José Arreola (“Cuento de horror: La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de las apariciones”). El de Quiroga me costó $19 y el de Arreola, $20.

Ediciones del Fondo de Cultura Económica.

La Filey también es una oportunidad de encontrarse con un escritor conocido. En los días que dure la feria (hasta el domingo 17) la visitarán varios autores para presentar libros, participar en el Congreso Internacional de UC Mexicanistas -de la sorjuanista Sara Poot- y recibir homenajes, como José Emilio Pacheco, a quien se espera para el martes 12 con su esposa Cristina.


Sara Poot Herrera y Hernán Lara Zavala, en la
jornada inaugural de la Filey 2013.
No soy estudiante, investigadora ni madre de familia, así que desconozco qué tan variados y accesibles son los libros de texto, de divulgación e infantiles que se ofrecen en la feria, aunque mi percepción es que, sobre todo estos últimos, hay en buen número.




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