lunes, 18 de marzo de 2013

Estaba un día el Santos en Mérida cuando...



Jis y Trino en LA68, el domingo 10 de marzo.

Cuando LA68 Casa de Cultura “Elena Poniatowska” anunció que Jis y Trino la visitarían el domingo 10 para presentar “El Santos vs la Tetona Mendoza” pensé que se trataría de una conversación informal sobre el proceso de realización de la película o de una suerte de “A platicar a su casa”, el programa del fallecido canal Ponchivisión en que Andrés Bustamante y el propio Trino simulaban ir al cine a ver alguna gloria de la filmografía nacional, por ejemplo una del Santo (el de carne y hueso), y se pasaban el tiempo haciendo comentarios sarcásticos.

Finalmente fue una proyección como las habituales del centro cultural pero antes y después hubo intervenciones de los moneros, que estaban en Mérida para participar en la Feria Internacional de la Lectura Yucatán.

La invitación a la proyección gratuita tuvo más interesados que número de asientos; media hora antes del inicio (a las 8 p.m.) ya se habían ocupado todas las sillas mientras afuera 60 personas esperaban entrar sin conseguirlo, según se escuchó decir a la propietaria. Ya hubieran querido Jis y Trino el entusiasmo de esa audiencia para la exhibición de su película en las salas comerciales, pues le hubiera garantizado mejores resultados en sus seis semanas en cartelera.

Trino dijo que entre las razones que les dieron para el escaso éxito en taquilla estuvo que la película era demasiado guarra y sus chistes estaban pensados para los varones, pero el monero consideró que esto no es cierto. Una dama del público le dijo que coincidía con él porque las bromas eran comprensibles por todos.

No sé si el género sea en verdad un factor determinante, de lo que estoy convencida es que hay que tener un tipo específico de sentido del humor para reírse de todas las bromas que “El Santos vs la Tetona Mendoza” hace una tras otra a lo largo de una hora y media. Reí de buena gana cuando el Santos y el Cabo son llevados, atados, hacia el barranco por los zombies de Sahuayo que siguen hipnotizados la música de la Rondalla de Saltillo, la única capaz de atraerlos de esa manera, y cuando el luchador y el Peyote se entrenan con el tema de “Rocky” de fondo. Pero la historia está llena de bromas escatológicas y desviaciones a otras historias que en un momento me hicieron pensar que estaría muy bien que ya terminara.

Tal vez si la película la hubieran estrenado hace unos 20 años, cuando la irreverencia de la historieta extendía los límites de la libertad de expresión en la prensa mexicana, otro sentimiento habría animado a ir a verla al cine; pero en una época en que esa actitud se multiplica en los medios el humor de la cinta no tiene el aura de revolucionario que caracterizaba en su origen al Santos y la Tetona Mendoza.

Pero la proyección valió la pena por la oportunidad de ver, y sobre todo escuchar, la colaboración de los artistas que prestaron su voz a los personajes (Daniel Giménez Cacho, Regina Orozco, Guillermo del Toro, Andrés Bustamante, José María Yazpik, Julieta Venegas, Benny Ibarra, Ely Guerra, Moderatto…) y de conocer y reír con los comentarios de dos iconos de la monería en México.


Jis y Trino en LA68 (estas dos fotografías son de Leslie Santos Bonilla).

No hay comentarios:

Publicar un comentario