martes, 19 de agosto de 2014

Pintar la poesía

Las pinturas de Rafael Alberti delatan el oficio de poeta de su autor: como versos, evocan mucho con necesidad de poco.

Entre los 24 aguafuertes que del español se exponen en la sala 1 del Centro Cultural Olimpo junto con obras de Eduardo Naranjo (se reúnen bajo el título “Ut Pictura Poesis”) hay trabajos de sus series “Naturaleza y toros” y “Amor y mar” que no precisan más que de unos cuantos trazos para hablarnos con elocuencia.

Aguafuertes de la serie "Naturaleza y toros" de Rafael Alberti

No se requiere de una representación fiel ni detallada del paisaje para que las flores creadas por Alberti nos transmitan la libertad del entorno rural y la osadía irreprimible de la Naturaleza (algunos colores y formas, como las motas, son irreales en las plantas). Sus especies imaginadas no están colocadas en floreros, macetas o el jardín, sino que viven suspendidas, aisladas, en el papel blanco, desde el que nos confirman que, para emocionar, un artista no necesita de excesos. De lo mismo nos hablan sus aguafuertes inspirados en la fiesta brava, en los que toro y torero están más sugeridos que representados, a veces de frente, otras de costado e incluso desde arriba; sus desnudos y sus marinas, en las que echa más mano de la geometría.


Aguafuertes de la serie "Naturaleza
y toros" de Rafael Alberti

Las obras de Naranjo poca relación tienen con el trabajo de Alberti, aunque el hecho de que su tema sea Federico García Lorca las acerca a Rafael, en vida amigo del autor del “Romancero gitano”.  La poesía y la historia personal de García Lorca son referentes de los grabados y las litografías de Naranjo, algunas de éstas envueltas por un manto surrealista.

La sala 2 nos da la oportunidad de volver a ver grabados de Goya, que, siempre como programa cultural del Ayuntamiento, ya habían protagonizado una exposición en el Olimpo en 2009. Pero ahora se exhiben con un giro: esta selección de la serie “Los caprichos” está acompañada por versiones surreales, reinterpretaciones creadas por Salvador Dalí, quien intervino cada imagen para ponerle color, alterar trazos, cambiar o ampliar el título. De ahí el nombre grupal de “Capricho surrealista”.


Grabados de Rubens en la muestra "Mitológicas"

La muestra más amplia de las que actualmente se presentan en el Olimpo (y que permanecerán instaladas hasta el 27 de septiembre) es la de “Mitológicas. Aguafuertes del siglo XVI al XIX” que ocupa la sala 3. Por obviedad sobresalen las obras de Rubens, a las que se destina un lugar especial en la sala, aunque hay otras más que cautivan con su representación de escenas míticas, como Júpiter y Sémele, de Marie-Philippe Coupin de la Couperie, y Fauno, de Adolphe de Mol. Aunque los trabajos en esta técnica se hacen para imprimirse varias veces (en un número limitado), no deja de decepcionar que en algunos casos lo que se exhiba sean hojas de libros en los que aparece la reproducción del aguafuerte, lo que le resta impacto y singularidad a la colección.

La entrada a las exposiciones es gratuita.

"Júpiter y Sémele" de Marie-
Philippe Coupin de la Couperie

"El rapto de Proserpina" de
Francois Girardon

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