Marcos Gan, Liliana HeSant, Érick Silva, Carlos Farfán Espínola y Genaro Payró en una escena de "Gente de razón" |
Una revisión y rescate de personajes y momentos de la conquista
de México, a los que se da voz y forma y se les autoriza a dar su versión de
los hechos. ¿Suena aburrido como argumento de una obra de teatro? Tal vez en
manos de otro esto hubiera terminado en un amasijo de fechas y nombres, en un
panfleto folclorista; pero en la pluma de José Ramón Enríquez el argumento de “Gente
de razón” es una plataforma, cómica y seria a partes iguales, para que los
personajes expongan los “dolores y anhelos de nuestro México”.
La obra es también la oportunidad para que la generación de
egresados en 2014 de la Licenciatura en Teatro de la Escuela Superior de Artes
de Yucatán (ESAY) demuestre de qué madera está hecha al interpretar personajes
históricos y a un moderno trío ficticio que en algún momento llegan a
interactuar con el autor, sentado en primera fila.
Desde luego, no se podía esperar que Enríquez nos la pusiera
fácil. Los primeros personajes aparecen a un ritmo veloz y el conflicto nos
queda claro sólo después de atestiguar durante varios minutos discusiones de índole amatoria entre la pareja formada por una fotógrafa (Lucía Rojas Aquiles) y un escritor
(Érick Silva), fértil en reflexiones literarias. En los diálogos abundan las referencias
históricas y a la vida política y social de México, y en ocasiones se ramifican
en otros temas para después volver al que les dio origen.
Que en un mismo espacio y tiempo puedan convivir personajes de
diferentes épocas y lugares se justifica con el hecho de que en esta historia
está permitido ver y hablar con fantasmas, que son conjurados en un convento
dominico español por la fotógrafa y el escritor en su búsqueda de una figura del
pasado con suficiente capital político para satisfacer los intereses de un grupo
que aspira al poder en México. Es la puerta
que se abre para recordar o conocer sucesos y personajes que nos presentaron en
la escuela y hemos olvidado, o de los que escuchamos por primera vez:
Tenamaztle, uno de los líderes de la rebelión del Mixtón (Marcos Gan); Pedro de
Alvarado, que combatió a los alzados (Genaro Payró); fray Felipe Xiu (Efraín
Vaaz); Isabel de Moctezuma o Tecuixpo (Liliana HeSant) y fray Bartolomé de las
Casas (Carlos Farfán Espínola).
Las reflexiones de Tecuixpo, Tenamaztle, Alvarado y los
frailes le dan el tono serio a la obra, que nos confrontan con los abusos de los
conquistadores a la población indígena, el uso como objeto que los españoles dieron
a Tecuixpo, a quien casaron cinco veces y bautizaron en la fe cristiana con el
nombre de Isabel; la ideas discriminatorias de hombres de la Iglesia y las
dudas sobre la sinceridad y los alcances de la obra de fray Bartolomé. Los momentos
humorísticos vienen sobre todo con la pareja y el personaje ficticio de la
española Maruca Enríquez de Lara (Casandra González Medina), según ella
descendiente de nobles y aspirante al trono de un futuro reino de México.
Aunque el activo de mayor valor de “Gente de razón” es la
información que nos proporciona y que invita a no dejarnos de indignar por el
trato humillante que se da a quienes están en desventaja, de la obra también sobresalen
sus recursos escenográficos: unos paneles blancos que cambian de posición y en
los que se proyectan imágenes fijas o en movimiento relacionadas con la escena.
De particular gusto para quien esto escribe fue la presentación inicial de
Tenamaztle y Pedro de Alvarado, quienes entran corriendo al escenario y se detienen
frente a frente para jugar una ronda de piedra, papel o tijera, y el diálogo
que entablan ellos dos con fray Bartolomé, fray Felipe y Tecuixpo alrededor de
una mesa mientras llenan copas de arena, una evocación del tiempo.
Liliana HeSant, Marcos Gan, Efraín Vaaz, Carlos Farfán Espínola y Genaro Payró |
Entre el grupo de actores se destacan Marcos, Liliana y
Carlos, quienes supieron apartarse del tonillo artificial de la recitación de textos
para dar a sus personajes un acento propio.
“Gente de razón”, dirigida por José Ramón Enríquez con
asistencia de Sebastián Liera, tendrá funciones todos los miércoles de julio, a
las 8 p.m., en el auditorio del Centro Cultural de Mérida Olimpo. La entrada
cuesta 50 pesos.
Lucía Rojas Aquiles, Marcos Gan, Liliana HeSant, Érick Silva, Carlos Farfán Espínola, Efraín Vaaz, Genaro Payró y Casandra González Medina |
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